martes, 28 de mayo de 2013

cuando tuve diez años

Este poema lo sentirán mas profundamente los que conocieron el arroyo del pozohondo.




Cuando tuve diez años

Donde apenas el recuerdo
sabe dibujar la historia
quedaron entre apedreos
y pantalones raídos,
cortos quizás ya y postreros,
la indiferencia al futuro,
al pasado, al amor,
al dinero y al invierno;
junto a un polo de limón
cuyo palo era un velero
y un pretendido jardín
mil veces roto y tres verde.

Diez canicas dos monedas
donde al poco hubo diez llaves,
donde hubo después un reloj
había una calcomanía,
donde hoy fuerzo una sonrisa
el hueco que dejó un diente
al final de un apedreo,
donde hoy hay preocupación
no había ni pensamiento.

Y allí, junto a aquel arroyo
que no dibuja el recuerdo
se perdieron diez canicas,
dos monedas y aquel palo
de aquel polo de limón.

Cayó la calcomanía
que a bordo de aquel velero
marchó a no medir el tiempo.

Poco a poco la corriente,
hoy sé que un poco a traición,
robaba de mis bolsillos,
un día mis ojos de asombro,
y otro mi diente escondido.

Jamás he vuelto a tener
tesoros de mas valor
en escondites secretos y compartidos

                           A. Q.

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